29 feb 2008

Votar por la Democracia o por el feudalismo de siempre

¿Ha roto usted un plato?

por Álvaro Pombo (candidato al Senado por Unión, Progreso y Democracia)

Esta mañana he roto un plato mientras me hacía el almuerzo. Amaba ese feo plato de duralex transparente, tan útil para servir los champiñones al ajillo. Se resbaló y se rompió. Un estallido espantoso. Tardé mucho en sosegarme. Nuestros dos grandes partidos políticos son dos platos de duralex transparente, feos y útiles. Estamos acostumbrados a votarles. No nos gustan del todo, no nos disgustan del todo. Dado que sólo hay dos y hay que elegir uno de los dos, elegimos siempre al que elegimos siempre. Es el mismo feo partido de duralex de toda la vida, con su disyuntiva grabada a fuego: o PP o PSOE.

Eligiéndolos, nos ahorramos el miedo a no saber qué hacer. Y nos libramos del sentimiento de culpa que amenaza todo cambio de costumbres. ¿Qué pensaremos, qué haremos, si no elegimos a uno de los dos? Como matones del colegio nos asustan los dos grandes, recordándonos que más vale estar protegido por uno, que desprotegido por dos y a la intemperie.

Pero ocurre que los electores españoles estamos cada vez menos dispuestos a confiar nuestra suerte a uno y el mismo todo el tiempo: empezamos a simpatizar con la intemperie, con el voto flotante, con la indecisión inteligente.

¿Qué haremos el 9 de marzo? ¿Nos levantaremos temprano y echaremos mano del viejo plato de duralex, feo y útil? ¿No valdría la pena, en esta hora de intensa seriedad democrática, volver a pensarlo todo otra vez? ¿Por qué no votar a un tercer partido -un nuevo útil parlamentario- en lugar del feo partido de duralex matón de siempre? ¡Rompa usted un plato, vote lo que yo!

publicado en diario El País